28 de julio de 2015

RESTAURANTE ENEPERI (BAKIO): Las mejores vistas de...... qué narices, del mundo-mundial.

Cuando me llamó, Luis tenía antojo de ir a Getaria. Había estado y tenía buen recuerdo. Pero le pregunté si conocía San Juan de Gaztelugatxe y me dijo que no.
Pues hay que ir. Además allí mismo tenemos un restaurante del que guardo un buen recuerdo. Pues dicho y hecho. Les recojo en su hotel y, con mi “peculiar” sistema de localización, vamos poco a poco acercándonos. Hay días que pienso que me he perdido pero luego, en cuanto veo el letrero que busco, yo mismo me llevo unas alegrías…..


Subimos primero hasta San Juan, hay que sacar fotos de día. Una pena que no esté el cielo demasiado limpio para ver hasta…. El más allá. Pensaba que se podía bajar en coche hasta la base de las escaleras pero….. “katxissssssss”.
Así que nos acercamos por el sendero hasta el mirador y de allí mi amigo puede sacar unas estupendas fotos con ese “peazo” de móvil que tiene.


La campana suena sin descanso. Alguno creo que incluso tiene algún “encargo” y la toca por él y por “todos sus compañeros”. Los hay… “pesaos”.
Como tenemos tiempo de sobra, les llevo hasta Bakio a tomar algo antes de cenar. Bakio es lo que es, turisteo, poco “casco histórico” pero se puede dar un agradable paseo por la playa y sentarte en una de sus terrazas.
A la hora convenida nos acercamos ya al Eneperi. Es un restaurante que además del gastronómico en sí, tiene una estupenda cervecera que se pone hasta las cartolas de gente en la época de veraneo. Hay días en los que aparcar cuesta y eso que espacio tienen y mucho.


El comedor principal es amplio, buenas mesas, bonita decoración, muy bien vestidas y con estupenda vajilla y coperío. Unos ricos panes nos acompañan. Esto es importante, muy importante. Eso sí, cada día es más habitual que paguemos el pan bien pagado. 
Hemos pedido un par de entrantes para compartir pero han tenido el detalle de emplatarlos individualmente y además las raciones eran muy generosas.
Comenzamos con una menestra de verduras con cigala. Un plato muy bien conseguido y muy bien armonizado. Tan solo en mi caso la presencia de la zanahoria era un tanto exagerada. Pero bien de punto, muy buen sabor, buena materia prima. A ellos les ha encantado que es lo que cuenta. Yo también he disfrutado, que conste.


Pasamos a la Ensalada templada de txangurro y bacalo al pil-pil con sal de ajo. De nuevo buena presentación en cada plato. Buenas lascas de bacalao. El pil-pil no está nada mal, sin ser de los de diez pero mira que es difícil de conseguir.


Nos hemos decantado todos por pescados como principales y desde luego que las raciones son mucho más que generosas. Además todos ellos de una calidad indiscutible. Por un lado una Merluza rellena de txangurro con gambas rojas y su coral. Una pena que el fotógrafo haya “fallado” un tanto. La foto desmerece pero estaba genial. Mucho sabor. Todo casa estupendamente y la salsa está que se sale.


Mi amiga se decanta por un Cogote de merluza a la brasa. Menuda ración. Estupendo punto del pescado. Sabor. Esos ajitos le dan un toque estupendo. Todos probamos unos trozos y realmente merece la pena. De nuevo si jugamos con producto ganador, el resultado siempre será más fiable.


Yo me decanto por un Rape, hongos y almejas en salsa verde. Tres trozos de un pez que ha tenido que ser de un tamaño considerable. Me gusta a mi la textura de este pescado. Poco que decir, calidad, buena mano en cocina y lógicamente, excelente resultado.


Curioso que te ofrezcan unos detalles antes de los postres. Generalmente es al contrario. Así que unos trozos de bizcocho de chocolate y un txupito de patxaran con toque de mango y nata que está……. Uffffffff. Esto tiene un “peligro”…. Cada cual lo degusta a su manera pero yo lo tengo muy claro. De un trago y saborearlo en boca. Juro que a mi el patxaran no me gusta pero esto está genial. Un verdadero acierto.


“Nuestra chica” decide lo que vamos a comer de postre y al final le damos caña a una degustación de los mismos consistente en:
Pantxineta, milhoja, degustación de helados, una especie de bizcocho de tofe y uno muy dulce que no sabría detallar. En conjunto muy ricos todos y excelente cantidad para dos e incluso los tres comensales. Yo me quedo con la milhoja pero sin menospreciar al resto.


Para beber nos hemos decidido por un cava. No he visto ningún blanco que me haya llamado demasiado la atención, Los hay pero no estaba “el mío”. Así que una botellita de Agusti Torelló Mata Gran Reserva 2009.
Mucha fruta en nariz, algo de bollería y también cítricos. En boca es agradable y su persistencia es notable. Una pena que no me haya dado cuenta del precio. Mira que yo soy comprensivo pero creo que no es junto multiplicarlo por más de 2,5. Una sombra que me gustaría no tener que reseñar pero….. para otra aprenderé.
Una botella de agua que yo tengo “prohibida” por mi médico de cabecera ayuda a que así, pueda yo disfrutar más de las burbujas. J
Salimos a la terraza a tomarnos el café y a seguir charlando de nuestras historias. Una boda hace que el silencio no sea todo lo apetecible que uno deseara pero es lógico que la gente se decida por este sitio para celebrarlas. Pocos entornos serán tan espectaculares.
El servicio, supongo que algo tendrá que ver con el asunto de la boda, ha sido un poco “novato” hoy pero nada que un buen quitamanchas no pueda solucionar.

El precio de la experiecia ha sido de 56 euros por persona. Que hubiese sido genial si no lo ensombrece el sobrecosto del cava. Su página web:  www.eneperi.com

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