15 de noviembre de 2017

LA CROQUETA "ACORCHADA" DE SOPA DE AJO.

Las ganas que tenía yo de probar el famoso menú degustación del no menos famoso gastrónomo paisano mío, el señor Angel Ortiz. Conocido en medio mundo y parte del otro. 



Hoy, como en otras muchas ocasiones, Angel está muy, pero que muy bien acompañado de su compi habitual de aventuras, Jorge. Otro gran disfrutador, un hombre feliz entre fogones. Así Angel puede disfrutar de su gran afición: hacer de anfitrión.



Para poder degustar sus propuestas hay que formar un grupo de unas ocho personas, el txoko es pequeño y no da para más. Así que nos juntamos unos cuantos amantes del mundo del comer. Algunos nos conocemos hoy, bonita manera de comenzar una relación.
Tras tomar unos potes nos acercamos al lugar, sito en el mejor barrio de mi pueblo, sin duda alguna; eso sí, en la ladera opuesta. J



El pan que vamos a degustar hoy está cojonudo, un pan casero del caserío de Oleriaga, corteza crujiente, miga que invita al unte. Rico, muy rico.
Comenzamos el asunto comestible con un foie de buena calidad acompañado de un par de mermeladas creadas por nuestro anfitrión.  Angel experimenta siempre con las cosas, crea salsas, sales, mermeladas y generalmente los resultados son inmejorables.



Seguimos con una curiosa “ensalada”. Setas, mejillones, tomate (a su manera)… fresca y deliciosa.



Ensaladilla rusa pero sin serlo. Todo buen producto. En su punto. Estupenda.



Tortilla de “pringles”. Pues original donde los haya. Ocurrencia del “chef”. De vez en cuando tiene buenas ideas.



De nuevo sorpresa. Otra cosa que no había probado. La rillete, que se conoce más por su plural, rilletes. Un plato de charcutería francesa con una textura parecida al paté pero más blando y hebroso. Nos ha encantado a todos.



Llega el turno de la croqueta de sopa de ajo. La mía ha salido un tanto “acorchada”. J El que es un poco perrete luego tiene que aguantar el tipo. (Foto superior). Genial el “truco”, lograda a más no poder. Después he podido degustar la verdadera. Pues está rica. 



El asunto vinícola ha sido un tanto “raro”. Hemos aportado entre todos diversas botellas de procedencias variopintas. Decir que los blancos, concretamente el Gravonia y los dos txakolis Itsamendi 7, han resultado los triunfadores de la velada. Poco que decir del vino blanco de Haro, un vino riquísimo, de una calidad indiscutible. Los txakolis, uno de 2013 y el otro del 14 están cojonudos y además bebidos a una temperatura que nos hace poder descubrir mejor sus potentes matices en nariz y en boca.



Algún tinto, incluso un tanto viejuno, un blanco natural muy curioso, un gaditano con el peculiar toque amanzanillado, un dulce valenciano que curiosamente había perdido prácticamente toda su fuerza, un espumoso de Barbadillo correcto y de final bastante amargoso. Pero en reglas generales una buena experiencia.



Seguimos con el asunto sólido.
Un plato sobre el que hemos discutido un tanto, eso sí, todos contra mí. Lleva huevo, lleva trufa. Ellos insisten, cosa lógica, en olor y sabor a tierra húmeda, yo pienso que tiene un algo de “rancio”…. Pero…… El “pueblo” ha hablado.



Otro plato con imaginación. Unas alubias rojas con sus sacramentos. No he estado atento y no he disfrutado de ellas como es menester. Hay que mezclar el tocino con el contenido del vaso. Al comer cada cosa por su lado las alubias resultan sosas. Culpa mía. 


Otro nuevo invento. Esas patatas con chorizo a la bizkaina. Ahuecadas, rellenas y con una estupenda salsa. Para conseguir mantener “el tipo” de la patata, peca un poco de “tiesa” pero se lo perdonamos por el resultado final.


Otro de los platos estrellas de la velada. El bacalao. Sin ningún tipo de tontería. Poco hecho, sin historietas. Con ajito y un cojonudo aceite. Esto está para chuparse los dedos y para untar pan, cosa que he hecho sin “educación “ alguna.


Pasamos a la ensalada de habitas con jamón de pato. Buen producto, esas habitas están de muerte.

Llega otro sorpresón. Sus pimientos “piloto” con ajos. Pimientos hechos con tiempo, con mucho tiempo y poca prisa. Están que se deshacen en boca. Me sorprenden sobremanera los ajos. Un ajo apto para todos los públicos. Cosa fina.

Pruebo por fin las crestas de gallo. Otra sorpresa. No me imaginaba yo este plato así. Gelatinoso pero riquísimo. Me ha gustado probarlas así pero esto con una salsa bizkaina, por ejemplo, tiene que estar...........


Terminamos el recorrido salado con "vena de brazuelo".Se ve perfectamente en la foto que la salsa está para untar pan. La carne muy rica.


Para finalizar un postre que me trae muchos recuerdos, esa mezcla de fresa con vinagre. Un postre que invita a comer y comer y seguir comiendo. Cosa que mi amiga Nerea y yo hacemos sin respetar turno. Para que digan que no hay fresas todo el año. Están impresionantes.


Un cafecito y algunos, que seguimos “teniendo sed”, nos tomamos unos cojonudos Gin Tónics. Miramos los relojes, son más de las nueve de la noche. Nos lo hemos pasado de maravilla, hemos comido de p… madre. Aquí se paga lo que se come, sin “beneficio empresarial”. Demasiada generosidad. ESKERRIK ASKO  Angel y Jorge.  Y por supuesto eskerrik asko al resto, maravillosa compañía.

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