29 de diciembre de 2016

NAVIDAD: Ponga un "pobre" en su mesa, se lo agradecerá.

De nuevo llegan estas fiestas tan esperadas por algunos y tan denodadas por otros. Siempre he pensado que las circunstancias personales marcan totalmente el que te gusten o no. En mi caso no son las más propicias y este año aún menos. Pero ahí están y no podemos hibernar  y hacer que desaparezcan.
Nuevamente tengo la infinita suerte de que haya gente muy especial que decide “poner un pobre en su mesa”. Buenos amigos que en estas ocasiones lo demuestran. Gente que te abre su casa y sus brazos.


Así que allí que nos juntamos una cuadrilla para, principalmente, pasar un estupendo rato y a su vez disfrutar de la excelente cena que Marisa nos ha preparado. Tenemos suerte, esta chica cocina bien, cocina muy bien.
De entrada le hago una pequeña “picia” a Iñaki. Hace dos años tuvimos una conversación sobre lo de que los blancos hay que beberlos en el año. De allí me llevé a casa una botella y hoy la he “disfrazado”  con otra botella para demostrarle que, curiosamente, incluso vinos que no son de guarda pueden resistir algunos años y dejarse beber gustosamente.



Damos cuenta de los estupendos entremeses que nos ha preparado la cocinera. Me quedo con esos mejillones con tomate con ese punto picante que han hecho que me ponga las botas. Para entonces hemos abierto una botella de un estupendo txakoli. Además es una botella que no ha salido al mercado, les pareció tan rico que prepararon unas cuantas magnum para consumo propio y de amigos. Es bueno tener amigos, es muy bueno. Un txakoli Uno 2013 que nos ha hecho disfrutar mucho. Creo que bien hubiese podido aguantar algo más, esa tremenda acidez así me lo ha dejado claro. Quizás dentro de uno o dos años hubiese estado más rico aún. Pero más vale prevenir que igual "cascamos" y se lo bebe otro.

Nos sorprende Marisa con un plato creado por ella, Unos hongos sobre crema suave y puré de patata y acompañados de un “trampantojo” en forma de croqueta pero que realmente es una yema de huevo. Excelente plato. De alta cocina. 



Disfrutamos después de una lubina al horno que está muy rica. Dice ella que un poco pasada pero hoy es un día difícil. De todos modos cojonuda.


Se nos va terminando el txakoli y yo además quiero llevarme los restos para ver que evolución tiene mañana. Así que ahora nos pasamos a las burbujas. No tenía yo nada especial así que con un correcto Codorniu nos damos por satisfechos. Los que eligen la cesta de navidad no son precisamente amantes de los buenos vinos y no digamos ya de los “champanes” como dicen ellos.


Y ya pasamos a lo más típico, esos turrones, esos frutos secos y hoy además, Amaia nos regala unas estupendas milhojas. Famosas en el “mundo entero” y parte del extranjero. Las milhojas de Quintana. Poco que decir de ellas, están riquísimas. Así que damos buena cuenta de ellas.


Para hacernos más fácil el paso de lo salado a lo dulce, madre e hija nos deleitan con un sorbete de limón al cava de los que me bebería yo media docena. Sin hielo, simplemente frío. Con el punto exacto de dulzor. Refrescante a más no poder.
Hoy he tenido un compañero que ha sido muy amable conmigo. Quizás aquí podamos usar aquello de “por el interés te quiero Andrés”. Algún que otro trozo de lomo que le “escaqueo” ha ayudado un tanto. Qué bien vive “el jodío”, pero se deja querer.


Para más “inri” el Olentzero se ha acordado de mi y además sabe lo que me gusta, sin duda. Una estupenda botella de “las mías”. Si aguanto espero conservarla para la próxima, aunque las tentaciones serán grandes y no sé yo…….




Pues después del disfrute de buenas charlas, de buen humor, de la demostración de inteligencia que nos ha dado la “peque” de la casa (si sigue así esta va a ser la “osti”), abandonamos la casa que nos ha recogido. Eskerrik asko por todo, familia. Eskerrik asko Marijo, Amaia…. Ha sido, como siempre un verdadero placer. Que 2017 nos de alguna que otra alegría y que, al menos, siga haciendo que la vida merezca un poco la pena. URTE BERRI ON.

24 de diciembre de 2016

LA BODEGUILLA LANCIEGO (VITORIA/GASTEIZ): Comer besugo sin tener que pedir un préstamo.

Mis “viajes” por esto del “internete” en busca de sitios diferentes, de locales que puedan resultar interesantes me han deparado más de una sorpresa y curiosamente casi siempre agradable.
Estamos en unas fechas que para unos son muy bonitas y para otros no lo son tanto. Reconozco que, al menos, sí son “distintas”. A mi no me va el asunto navideño en ninguno de sus aspectos y sin embargo a Aran le encanta “el rollo” este de luces de colores y movimientos de gentes.


Así que, ella con la idea de ver las luces de la capital alavesa  y yo con la de cenar rico nos acercamos hasta Gasteiz. Siempre hay que ser precavidos. Cuando en mi pueblo hacer “fresco” aquí suele hacer más bien frío. Pero, al igual que el año pasado, estamos teniendo un invierno un tanto “suave” y hoy hace una noche relativamente agradable para la época.
Tengo la suerte de que mi compi es una experta en moverse por el tráfico de esta ciudad. Pasó algunos años de su vida por estos lares y sabe perfectamente por donde se anda. Localizamos el restaurante para ir a lo seguro y después nos acercamos hacia el centro.


Ya lo siento pero de nuevo tengo que “tirar” para “casa” y decir que me gusta muchísimos más la decoración lumínica de “mi capital” que la de esta. Es, en mi modesta opinión, un tanto “triste”. Bilbo tiene otro encanto.



Una vez calmada la curiosidad femenina y tomado el correspondiente cafecito, nos acercamos a La Bodeguilla Lanciego. Me encuentro con un local amplio. Agradable estancia con unas mesas correctas, buena iluminación y un trato simpático y atento.
Encima de la mesa tenemos la carta pero yo venía predispuesto. Quiero probar una cosa en concreto y lo demás va a ser “de relleno”. Quiero también que la cena no resulte copiosa en exceso puesto que de otro modo luego “me chillan”.

Comenzamos por unas almejas. De buen tamaño y ricas. A mi me gustan  menos “hechas” pero esto es cuestión de opiniones y siempre he sabido que la mía y la “general” no suelen coincidir demasiado.


Después nos comemos unas gambas a la plancha. De pequeño tamaño pero de las que me hubiese comido al menos otras tantas. Buen punto, estupendo el de la sal. Como siempre el “pelador” soy yo y la que se las come es ella. Me encanta la parte “menos sana” de este plato. Llevarle la contraria a tu médico de cabecera tiene “su aquel”.


Como yo había venido con la idea de probar su besugo, les pregunto un poco por ello y me dice la propietaria que si queremos nos saca medio y algún otro pescado y así podemos hacernos mejor idea de su manera de trabajar. Que más quiero el ciego que ver…….
Para mi compi “media de rodaballo”. Pues se lleva “un susto” considerable. La media ración en cuestión es un rodaballo entero y no precisamente tamaño “sardina”. Aran  no es, ni con mucho, una experta en comer pescado. No voy a decir que yo sí lo sea. Pero ambos hemos avanzado mucho en este aspecto. La práctica ayuda y cada vez más nos decantamos por el asunto marino y nos apartamos un tanto de esas carnes rojas que tanto nos gustan.


Buen pez y buen punto de ejecución. Hacemos lo que podemos y conseguimos, entre los dos, degustar un porcentaje notable de sus gelatinosas y blancas carnes.
Mi medio besugo ya es más “normal”. Coincidimos ambos en que está mejor este que el rodaballo. Más jugoso y sabroso. 



Comentaré que tanto en las almejas como en los dos pescados, la salsa utilizada es similar y en mi opinión demasiado abundante y con un sabor, quizás a cítrico, que impide un tanto el poder degustar el pez en sí. Estoy convencido que lo que para mi es un pequeño “obstáculo” para otros es motivo de disfrute. Repetiré hasta la saciedad que gustos y opiniones hay más que “culos en la mesa”.
La carta de vinos es correcta. Hay suficientes referencias para poder elegir y los precios no son excesivamente abultados.. Como no veo ningún vino blanco “de los míos”, me voy a lo seguro y  una botella de buen cava, en este caso un Juve Camps nos acompaña estupendamente durante toda la cena. Somos bebedores pausados así que tenemos un par de copitas para poder catar alguno de sus postres. Nos aconsejan algunos. Todos ellos muy “alaveses”  y al final nos decantamos por unos canutillos rellenos de crema. Arantza no anda demasiado sobrada de “fuerzas” así que prácticamente soy yo quien da cuenta de ellos. Están ricos.




Los correspondientes menta-poleo y “cortao” y el detalle de unas estupendas tejas da por finalizada la velada. Abonamos la cuenta. Total de 111 euros. Evidentemente para lo degustado no está nada mal. Creo que entiendo perfectamente el éxito de este local. Puedes comerte unos buenos pescados bien preparados por unos más que “asimilables” precios. Desde luego que al público en general se lo recomiendo. Quizás, los que ya nos estamos haciendo un tanto….. “raros”, siempre comparemos con exquisiteces que después nos hacen, cada día más difícil, no ya disfrutar de una comida pero sí no poder evitar pensar en los peces de Zarate, Mugarra, La Casita de Sabino……..

18 de diciembre de 2016

RESTAURANTE MUGARRA (BILBAO): Dios bendiga a La Mar.

Para rematar el puente de diciembre, me paso por el Mugarra, el restaurante que me animó a comenzar mis andanzas en esto de la escritura. He pasado y pasaré excelentes momentos en sus mesas y con sus gentes. En mi listado es uno de mis “top 3” de Bilbao.
Observo alguna novedad, cambio en la pared del fondo que demuestra muy a las claras a lo que aquí se le da más importancia. Al producto del mar.



Además hay novedad en sala, con una nueva  y por cierto, muy agradable txikita y en cocina, nos ha dejado el motero y tenemos a un jovencísimo cocinero que ha demostrado con creces que joven será pero que sabe hacerlo bien, pero que muy bien.
Como siempre llevando la voz cantante en sala me encuentro con esa pareja que son unos artistas en lo referente al trato con el cliente. Fran y Vero. Creo que me iría con ellos al fin del mundo. Son geniales.
Hoy me proponen darme de cenar, sin mirar cartas, a su libre albedrío. Me encantan esas cosas. Que sean ellos los que decidan. Eso suele ser señal de acierto. Conocen mis gustos y conocen su arte.
Comenzamos con un aceite navarro, Artajo. Mi amiga Marijo que estrena Mugarra aprovecha para darle al “unte”. Yo por el contrario prefiero degustarlo de trago. Un excelente aceite que bien pudiera ser la base de un buen desayuno.
Como primer plato nos sacan una especie de pastel de txangurro. Muy bonita presentación y un maravilloso sabor a txangurro, con cantidad, con calidad. Acompañado de tres tipos de pan.


Pasamos ahora a sus curados a la sal con pan de algas. De elaboración propia. Atún rojo, Salmón noruego y bacalao. A cada cual más rico. Mi “problema” es que el atún me tiene absorbido el seso. Me gusta tanto que no soy el más indicado para las comparaciones. De todos modos mi compi dice que todos ellos están impresionantes.  Nos incluyen también la posibilidad de probar sus antxoas a la vinagreta. Todo lo que estamos teniendo la oportunidad de comer demuestra bien a las claras la calidad superior del producto con el que trabaja este restaurante.


Hoy la cosa va de mar así que continuamos con los escabechados del Mugarra. Corvina, bonito del Cantábrico y salmón gallego.  En todo momento hemos ido probando diferentes panes y diferentes maneras de elaborarlos. Nuevo disfrute. Yo, por gusto propio me quedo con los curados a la sal pero en ambas ocasiones la preparación es de diez. Nos lo estamos pasando……. De rechupete.

Como no podemos “escaparnos” sin comer alguno de sus peces nos sacan un trozo de buen tamaño de rodaballo. Un par de buenas raciones. Repetirme, no puedo hacer otra cosa. Se me termina el vocabulario. Esto está riquísimo. Carne suelta, carne jugosa,  pura gelatina.



Para beber y como conocen bien mis gustos quieren que pruebe un verdejo. Mira que cuando escucho lo de verdejo me entra como “miedo” pero que nadie se vaya a esos de “cuatro perras” con olor y sabor más a “desodorante” que a vino. En esta ocasión se trata de un vino con 7 meses de crianza en barricas de robles francés y americano. Un Tomás Postigo. De color ya casi más verdoso que amarillo. Un vino que aun teniendo su toque de fruta denota ese paso por la madera que presente, no destaca en exceso. Vino con buen cuerpo, de trago largo, con persistencia y estupenda acidez.
Marijose está “perdiendo facultades”, ha sido más “tripera” pero últimamente me llega muy justita a los postres. De todos modos le digo que tenemos que probar uno. No podemos “escaparnos” sin hacerlo. Le recomiendo su “tarta de manzana”. Elaborada a su estilo. Consistente postre que está para chuparse los dedos. Con los ingredientes de una tarta pero distribuidos a su manera. En una presentación muy curiosa y bonita. Goloso, muy goloso pero no empalagoso. Un postre que para uno solo es para llegar con apetito.
Mi amiga es, así como yo, de cafecito y este es uno de los pocos locales donde suelo tener costumbre de repetir café. Lo hacen muy rico. Dos “cortaos” de los de verdad y nos vamos. Los cambios no se notan, creo que las cosas siguen igual. Excelente cocina, maravilloso producto y un trato muy profesional que con el tiempo pasa a ser casi de amistad. 142 euros. Buen precio.


13 de diciembre de 2016

RESTAURANTE ZARATE (BILBAO): Sinergia perfecta.

De nuevo pasamos por este estupendo restaurante que tanto momentos excelentes nos ha hecho pasar. Hoy me acompaña quien está a punto de cumplir un año más. Qué viejos nos hacen los que vienen por detrás…. Si era “ayer” cuando le podía coger en brazos… Pero no, esa barba y tener que elevar la vista para mirarle me demuestran que los tiempos han cambiado.  Zorionak guapo.
En Zarate han decidido subir un tono su servicio  y a lo que ya era una cocina sobresaliente y un trato exquisito se une ahora un experto en asuntos del vino. Alvaro, un joven “viejo” conocido. Buenos vinos he bebido yo en su restaurante Velo de Flor de Zalla.
Cada día disfruto más con las burbujas y siempre que puedo,  procuro probar alguna cosa distinta e interesante. Así que Alvaro me pregunta si he probado el Doniene Apardune.  Pues no, así que.....De la bodega de txakoli Doniene Gorrondona, este vino se elabora con Hondarribi zuri  y Munemahatsa, ambas procedentes de sus viñedos de Bakio. Método tradicional de segunda fermentación en botella.  Las botellas pasan año y medio en rima y totalmente a oscuras. Aquí va adquiriendo su estructura final. Lleva denominación brut nature puesto que se utiliza el espumoso procedente de otra botella como licor de expedición.
Tiene una fina burbuja, color un tanto verdoso. Nariz característica de un espumoso pero en boca me sorprende y mucho. Entra con facilidad, frescura a tope y un final un tanto “amargo” , como de almendra, que le dotan de una persistencia reseñable.  Hoy hemos tenido “catador” de lujo. Sergio no lo había probado así que le he ofrecido compartirlo con nosotros. Pues le ha gustado tanto que ha tenido el detallazo de regalarnos la botella. Eskerrik asko.

El pan es otro punto a destacar en este local. Panes riquísimos. De corteza crujiente y miga consistente. Además su precio es mucho más arreglado que en otros restaurantes donde lo  “inflan” en exceso.
Hemos venido con la idea clara de comernos un pez.  Aquí los tratan bien, los miman. Por ello simplemente queremos compartir un entrante para dejar sitio para lo que nos venga después.
Un aperitivo de royal de foie que está simplemente “gozoso”. Finísimo. Suave. Pero con sabor. Cucharilla por ser educados que esto con lengua se hubiese disfrutado mejor.

Pasamos a compartir pero emplatado individualmente uno de sus mejores platos. El arroz meloso de gamba roja. Este plato tiene un sabor a destacar. Además sabe a lo que tiene que saber. Aunque por la foto os pueda parecer que está pasado de punto por el color, para nada. Punto perfecto. El color se lo da su producto. Sabor a pura gamba. Recuerdo perfectamente el primer día que lo probé. Era nuevo en carta y me pareció una genial idea.

En cuanto a pescados hoy tenemos varias opciones pero no podemos, ni queremos resistirnos a compartir medio rey. El pescado entero tiene más de dos kilos y medio así que nuestra ración es de kilo trescientos. Un pez con unos ojos muy grandes debido a que vive a profundidades más que reseñables. Un pescado no demasiado conocido pero que está espectacular.
Nos lo presentan entero para después emplatarlo por separado. Desgraciadamente no soy un buen comedor de peces. No sé limpiarlos con es menester pero he mejorado mucho en ese aspecto. Tuve buena maestra.
Curioso el color rojo de la piel de este pez. Además su textura es suave, melosa. Sale Sergio a preguntarme si mi ración está un poco falta de punto. Al querer sacar la de mi hijo en su punto exacto y ser esta algo más fina, estaba un poco preocupado pero enseguida ha visto que no. Está perfecto. Ni un segundo más ni uno menos. Estos pescados son de una calidad inmejorable. Evidentemente sus precios son elevados pero no hay otra. Mejor comerlos de vez en cuando y disfrutar de ellos como se merecen.  Las patatas que lo acompañan están a su mismo nivel. Maravillosas.

Dudamos un momento entre pedir el postre chocolatero o algún queso así que Sergio nos disipa la duda ofreciéndonos una “vertical” de Parmesanos. De diferentes curaciones, desde dos años a ni más ni menos que diez. Es un queso que aguanta muy bien la larga curación. Textura muy característica que hace que se rompa con facilidad. Todos ellos con sabor pero sin sufrir esas exageradas diferencias que algunos quesos sufren. Muy ricos todos.

Un cafecito rico y los detalles finales que, como siempre, están a la altura de esta excelente cocina.  A pesar de mi rotunda negativa, me sacan un par de copitas de un par de vinos de postre. Un oporto y un Itsasmendi vendimia tardía. Mojar los labios y poco más que el que con fuego juega…….

El total abonado hoy ha sido de 140 euros con invitación a los vinos.  Excelente cocina, estupendo trato por parte de todos los protagonistas. Sin duda alguna que sigue siendo uno de mis restaurantes favoritos, de los de visita obligada. Su página web: www.zaratejatetxea.com

8 de diciembre de 2016

RESTAURANTE AIZIAN (BILBAO) : "Tuchelin" dirá que no, el mío que sí.

Una semana un tanto “rara” que aprovecho para darme un par de “caprichos”. El asunto empieza con nivel. Uno de los mejores restaurantes de la capital y sin duda uno de los más “elegantes”.
Recibió una estrella y después los “entendidos” pensaron que no. Yo sigo pensando que sin duda alguna se lo merecen.  En todos los aspectos.


Hoy me acompaña Elorza. Poco nos vemos últimamente debido a su intensa vida laboral. Así que con horario más vasco que europeo, nos acercamos al local. Grata sorpresa al ver que tienen mucha clientela. Imagino que en días como los de hoy será más que difícil acertar.
Dejo que Arantza vaya echando un vistazo a su carta. En el asunto del vino he pedido ayuda a mis compis, unos profesionales y amablemente echan un vistazo a la carta y, lo que son las “modernidades”, me aconsejan uno en concreto.
Así que sin dudarlo me decido por un Organza Sierra Cantabria 2012.  Viura. Malvasís y Garnacha blanca. Crianza en barricas de roble francés. Al abrir la botella la nariz es suave y en boca se muestra casi hasta “facilón” pero a medida que respira tanto sus aromas como su cuerpo ganan y mucho. En breve disfrutamos de un vino con presencia de madera pero muy a mi gusto. Incluso mi “difícil” compañera de viaje me comenta que está muy rico. Buena señal. Un postgusto largo, un vino con mucho cuerpo. Gracias majetes, habéis acertado.
Destacar de este local el servicio. Amabilidad y profesionalidad por los cuatro costados. Nos acercan su oferta de pan. Aquí la duda se disipa. Mientras Arantza se decide por sus cereales yo de cabeza voy a por mi pan favorito. El de maíz. Esto es pan del bueno y del verdadero. Ricos todos ellos.


Nos obsequian con un par de aperitivos. Dada la hora tardía y el hambre acumulada casi ni me entero de lo que me explican. Pero un vasito de crema de lentejas y un tomate con su correspondiente “tierra”. Estupenda presentación y unos sabores que ya te indican que estamos ante una cocina con buenas ideas.


Como entrantes yo me decanto por unos tallarines de begihaundi. Presentados en una preciosa cazuela de metal. Acompañados de una yema de huevo cocinada a baja temperatura. Están de muerte. Finísimos con muchísimo sabor. El huevo es un acompañante perfecto. Buena sintonía entre ambos productos. Platazo.


Mi prima ha preferido algo más “clásico” pero uno de los platos que deberían ser obligatorios en la carta de un restaurante. Yo he tenido la ocasión de probarlo en numerosas ocasiones y creo que siempre con buenos resultados. Hongos salteados, huevo a baja temperatura y royal de foie en dos tiempos. Un plato regado por un caldo que se come en dos partes. Primero los hongos con el huevo, posteriormente, caen a la parte baja del recipiente los restos de la yema de huevo y el caldo que se mezclan con el foie. Exquisito.



Como segundos ella elige la lubina plancha con puerros asados y emulsión de romescu. Todo perfecto. Incluso esa salsa que no suele ser demasiado de mi agrado está un tanto distinta a la que he degustado en ocasiones, más a mi gusto. Buen producto y excelente calidad del pescado.

Yo “ataco” un rape asado con carbón de txipis y crema de apio-nabo. Nuevamente alto nivel. Calidad y perfecta la mezcla. Más esponja que carbón así que facilísimo de degustar. Mucho sabor a txipis. La crema suave y agradable. Otro plato destacable.


Dejo que la “sana” elija un postre y tengo suerte. Se decanta por una espuma de arroz con leche con helado de maracuyá. Un postre fresquísimo. La espuma finísima, el helado sorprendente, potente. Dos sabores contrapuestos pensados para “casarse”. Matrimonio perfecto. No podemos estar juntos pero mucho menos separados. Genial idea. Refrescante cien por cien pero a la vez te hace “tiritar”. Bien, muy bien.


Como no podía ser de otro modo, Mi acompañante pide la carta de infusiones y se decide por un “agua pintada”. Una de Rooibos con naranja. Yo lo siento pero no puedo con esos olores y menos aún con esos sabores. Será “muy sano” pero lo sano y lo rico muchas veces no coinciden precisamente con mis gustos.


Mi “cortao” clásico me satisface muchísimo más. Además nos los acompañan por su ya clásicos detalles “fin de fiesta” en forma de crema de chocolate, magdalena y teja. No fallan nunca. Creo que sería una pena que cambiasen.
Pues una cena de altísimo nivel. Sigo pensando que este local se merece esa estrella que fue un tanto “fugaz”. Esos entendidos sabrán el porqué pero en mi modesta opinión no han sido justos.


132 euros han tenido la culpa. El vino son 26 así que una estupenda relación calidad-precio.     Su página web: www.restaurante-aizian.com

4 de diciembre de 2016

CHARCUTERIA SANTAMARIA (LAUDIO/LLODIO): La gastronomía hecha "erotismo".

Hace mucho que venía dándole vueltas a la cabeza. Tenía que contar algo sobre ellos. Recuerdos de su aita en la carroza del Rakatapla, buenas fuentes de pimientos verdes fritos y ventrescas de bonito que compartimos allí.



Llevan muchos años con esto pero ahora ya no están tan “escondidos”. Su nuevo local está muy céntrico y su escaparate no es más que un “lujurioso” espejo donde es difícil no mirarse.


Si un producto les ha dado nombre ha sido y sigue siendo, sin duda, sus morcillas. Su fama ha ido más allá del propio pueblo y realmente están cojonudas, puedo prometerlo e incluso jurarlo.


Pero no queda ahí la cosa, ni mucho menos, aquí venden de todo, como en “botika”. Productos propios y ajenos, de una calidad indiscutible. Se premia lo cercano. Alejándonos un tanto de los grandes espacios, donde pesa más jugar con bajos precios aún a costa de calidades más que dudosas.


No soy yo de comer mucho en casa y por ello no necesito de sus servicios pero siempre que alguien me ha preguntado por algo para comprar en este pueblo no lo he dudado, que mejor opción que llevarnos algo comestible. Los “adornos” estarán bien pero los momentos gastronómicos inolvidables, esos nos marcan para siempre.


Pues lo mejor es hacer un pequeño recorrido por estas fotos, fotos casi “eróticas” que, amablemente, me han permitido coger de su álbum. Poco que decir, creo que las vistas lo dicen todo.

HONGOS


CALLOS


HUEVOS



Que ustedes disfruten de este “viaje” por este comercio que si tienen ocasión bien merece una visita.

ESAS BROCHETAS......



TXERRI-PATAK


"Maridaje" para quesos.



Y si "untamos" un poco....



Recta final:




Y UN FINAL FELIZ. ESPERO QUE HAYÁIS DISFRUTADO CON EL RECORRIDO. PUES A LO DICHO.......