29 de marzo de 2016

TABERNA MIKEL BENGOA (MEÑAKA-BIZKAIA): Taberna de nombre, Restaurante de apellido.

Hace ya mucho tiempo que tenía ganas de acercarme a cenar a este local. Muchos comentarios y todos favorables, así que algo habrá. Tras perderme en un par de ocasiones como viene siendo habitual, por fin conseguimos llegar al lugar.  Buena terraza exterior y buena barra en el interior. El comedor es muy bonito, no demasiado amplio pero con buenas mesas y bien vestidas.


Es un día “raro”, es miércoles pero mañana es fiesta y nunca sabe uno eso a que puede dar lugar. Nos alegramos al ver que hay gente animada y eso suele ser muy buena señal.
Eloisa es la que dirige y de muy buenas maneras el comedor. Nos acerca las cartas pero prefiero que sea ella la que nos aconseje un poco. Ante las opciones de entrantes, decidimos probar algunos de ellos en vez de ir a lo clásico.


También he leído que sabe mucho de vinos y hoy, cosa curiosa, mi hijo me dice que no le importaría beberse un espumoso. Desde luego que la evolución de este muchacho me está empezando a preocupar. :-) 

Nos pregunta Eloisa si somos de probar cosas diferentes y desde luego que lo somos, así que nos ofrece un cava rosado. Un cava cuyas uvas Pinot Noir se cultivan ni más ni menos que a 800 metros de altitud en el Alt Penedés. 

El DG Viticultors Brut Rosé 2011 tiene un tono más bien de piel de cebolla. La burbuja bien integrada. Es agradable de beber y a mi me deja un ligero amargor final en boca. Es una sensación peculiar. Dice mi compi que él no lo percibe. Pues se deja beber y con buen resultado. Uno más a la lista. Estupenda relación calidad-precio.



Nos sacan la cesta de pan y un par de antxoas bañadas en un estupendo aceite. De ese tipo de aceites que te “obligan” a untar pan.


Inmediatamente comenzamos con un tartar de atún rojo. De un color marcado. De una calidad indiscutible. De sabor, de mucho sabor. La ración es muy generosa y lleva como compañía una crema de aceitunas. A mi el atún que me lo den así, sin compañías raras.


Pasamos después a una degustación de salmón. Cuatro tipos diferentes de marinado. Realmente todos ellos a un nivel excelente aunque no hemos sido capaces de percibir demasiadas diferencias entre ellos. Quizás se necesiten paladares más expertos. Pero esto está riquísimo y la calidad no tiene discusión alguna.


Nos presentan el tercer “entrante”, esto ya de un tamaño casi diría yo que exagerado. Esto son verdaderas raciones. Un Mar-Tierra muy acertado. Unos hongos con langostinos en una crema excelente. Sabor a “tierra” y sabor a mar. Evidentemente gana la pelea el hongo cuya presencia es mucho mayor. Un platazo que más que pan, sugiere cuchara para dejar el plato limpio. Muy bueno.


Nos hemos quedado satisfechos con la parte salada. Son raciones muy generosas y de un producto contundente, así que pasamos directamente al postre que con mi compañía de hoy no puede ser otra cosa que algo de chocolate. Pues una tarta de tres chocolates. Casera y golosa. Muy acertados los sabores que casan perfectamente entre ellos. Tengo muy buen “ayudante” para dar cuenta de ello.


He visto por ahí algún GT con una pinta más que apetecible. Sé que los preparan con gusto. Pero… las cosas son como son y no es menester ingerir más alcohol. Creo que ese tartar de atún hubiese maridado estupendamente con un buen Gin Tonic.


Un rico cafecito da por terminada la noche. Sorpresa más que agradable. Estupendo y amable servicio. Bien explicados tanto los platos como los vinos. Ganas de agradar y con resultado positivo.
Otro que pasa a mi lista de visitables. Esto se complica cada día más. Tengo que venir a probar alguno de sus pescados y alguna cosilla que otra que ha quedado en el tintero. Además, sabiendo que lo puedo acompañar de un buen vino...........



Por todo ello hemos pagado 86 euros. Si dejamos de lado la bebida, la cena hubiese salido a poco más de 30 euros por persona. Excelente precio en mi opinión.

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