26 de febrero de 2015

BILBAO BERRIA: A la Cuarta La Vencida.

Desde que abrió sus puertas allá por el mes de agosto, este local, situado en la calle Ledesma de Bilbao, donde se ubicaba anteriormente el antiguo Matxinbenta, no ha dejado de ser una opción complicada. Lo he intentado hasta en cuatro ocasiones y no había manera y he sido yo el que ha tenido que romper un tanto los esquemas habituales y reservar con más antelación de la que acostumbro para poder encontrar una mesa.
Curiosamente Bilbao Berria ya existe en Barcelona e incluso en Londres y ahora, por fin, ha llegado a la ciudad que le ha dado el nombre.


Con dos zonas bien diferenciadas; el bar y el restaurante en sí, es un local que está de moda. Ya sabemos que el ser humano es como es y que lo nuevo nos llama. Hay que currarse después el mantenerse, eso es lo más complicado.
Hoy llueve. Menuda noticia, ¿verdad?  y por eso la gente está dentro del bar, así que llegar hasta la zona del restaurante requiere un poco de paciencia y saludar incluso a algún que otro conocido. El mundo es un pañuelo.


El local es bonito, la verdad. Me gusta la importancia que se le da al vino. Por aquí y por allí botellas varias que ya nos dicen que su carta no será corta. Así que tras la lectura por encima de sus opciones, me decanto por un vino que no había probado nunca. Concretamente un Auzells 2013. Un blanco parcialmente envejecido en barrica durante tres meses. Variedades: Macabeu, Sauvigon blanc, Chardonnay, Riesling y Albariño.
La bodega,Tomàs Cusiné se encuentra en el pueblo de El Vilosell, en el extremo sur de la denominación de origen Costers del Segre, dentro de la subzona de Les Garrigues, en la provincia de Lleida.

Lo ofertan como afrutado pero a mi no me lo ha parecido, pesa más la madera y en mi caso eso es un punto a su favor. Me ha gustado pero no me ha enamorado. Además su temperatura era demasiado baja para mi gusto y creo que no he podido disfrutar de él en su justa medida. Si lo vuelvo a encontrar espero que sea algo más “maduro”, seguro que me gusta más. Buenas copas y servicio que se limita a dar a probar y acercarte el recipiente para mantenerle fresco del que no hemos hecho uso.
Ya he dicho que el local es bonito, reparto entre sofás y sillas, paredes de piedra, colores variados, muchas botellas por aquí y por allí. Las mesas con un pequeño mantel que recuerda más a algunas prendas femeninas. Las mesas de dos son un poco pequeñas, cuando tienes todo en ellas, resulta un tanto incómodo andar moviendo de sitio el pan o el vino.  La separación entre ellas no es la que me gustaría.
Nos encontramos con una bolsa de papel donde tenemos unas cuantas variedades de pan. Eso me gusta. Pan blanco, pan con cereales, pan crujiente…. Ricos todos.
La carta es amplia pero hoy hemos venido a probar unas cuantas cosas y la compañía me lo permite, Marijo es una todoterreno y no le hace ascos a nada.

Comenzamos con el tarro de polvo de foie con manzana asada, Pedro Ximenez y kikos.
Bonita presentación en un tarro de cristal. Por cierto, los cubiertos son muy originales  y en cada plato te acercan el que mejor se amolda a su degustación.


En este caso recomiendan meter la cucharilla hasta el fondo para poder disfrutar de los sabores en su conjunto. El peso lo lleva el maíz. El foie destaca pero por su ausencia. No lo encuentras. Hay toque dulce de algo como mermelada, hay un frescor de helado y repito, hay mucho sabor a los kikos. Rico pero creo que necesita más presencia del foie.
Continuamos con el tataki de atún, salsa de soja y sésamo. Cinco lonchas cortadas de atún en su punto. Me gusta así, tal cual. La salsa de soja es un tanto diferente, algo más trabajada y realmente está apetecible. Acompaña al plato el ya más que maneado wasabi que afortunadamente he aprendido a utilizar debidamente. Una pequeñísima cantidad a la soja, un par de vueltas y le da un toque picante. No termina de gustarme a mi este tipo de picante, es exagerado.  De nuevo bien pero sin emocionar.


Carpaccio de lengua, trufa y nuez. Era tentador el nombre del plato. Hace tiempo que no comía lengua, tampoco es que la necesite, me sirvo yo solito y nada mal, por cierto.
La carne no dice demasiado. Sabor no tiene, la salsa le da el toque necesario para disfrutarlo un poco más. Trozos de trufa hay aunque no tiene para nada ese aroma tan característico de este manjar. Un plato que no repetiría.


Aparece ahora uno de los platos que más nos han gustado esta noche. El tartar de solomillo con helado de mostaza y wasabi. Eso sí, el helado tiene la marca wasabi, sin duda. Picante, fuerte. El tartar está para comerlo sin necesidad de mezclas. Adorna el plato todo ello pero preferiría comerlo sin más. Está rico y bien preparado.




Las croquetas de calamar, de tamaño XL rematan la primera parte de nuestra cena. Están bien crujientes por fuera y saben a calamar, pero en su interior no hay “tropiezos”. Hubiese preferido encontrarme alguna “pata” o algún trozo de pescado. Están muy ricas, todo hay que decirlo, un pelín frías pero ricas.


Marijo no es “quesera”, poco a poco va entrando y por ello me pido una pequeña tabla de dos quesos con unos picos de pan y mermelada de ciruela. No he preguntado pero creo que ambos eran Idiazabal. Realmente muy ricos ambos. Uno más curado que el otro y curiosamente me ha convencido más el menos viejo. Pero me han encantado los dos e incluso ella ha hechos sus “pinitos” disfrutando con el uno y el otro. Muy ricos los picos de pan, muy tostados y acierto con la mermelada que procuro no mezclar con el queso. Me gusta su sabor natural.


Mi compi se pide una torrija con helado de vainilla. El color de la misma ya nos dice que el huevo utilizado es de calidad. Está golosa pero necesita un poco más de jugosidad. Creo que estamos acostumbrados a degustarla de modos distintos y además de calidades que hacen que nos hagamos un tanto exigentes. Con el helado me ha pasado lo mismo. Ultimamente estoy comiéndolos de semejante calidad que me cuesta no hacer comparaciones y sabemos que generalmente las comparaciones……


Un cafecito correcto e invitación a unas copas de cava.
El total abonado han sido 90 euros. Creo que por su ubicación, por su local y por su comida, merece la pena la visita. Tengamos en cuenta que si no bebéis vino la cuenta se verá reducida considerablemente. Otra cosa es que disfrutéis lo mismo. Quiero resaltar que el servicio es estupendo, amable y simpático.  Su página web: www.bilbaoberria.es

22 de febrero de 2015

RESTAURANTE PALACIO DE ANUNCIBAI: "Retoñando"

Esto de que mi retoño sea ya tan……. Mayor…… me tiene un poco descolocado. Evidentemente siempre he pensado que llegado un momento el pájaro tiene que volar del nido y ese momento llegó pero esto de no verle más que de vez en cuando, no lo lleva uno demasiado bien.



Así que una manera estupenda de ponernos al día y pasar un buen rato es sentarnos en una mesa y además de compartir nuestras vivencias, disfrutar de buenas viandas y mejores vinos.
Hemos elegido para la “quedada” de hoy uno restaurante de los más elegantes del pueblo, sin duda y aunque no tenemos demasiado que ver con el nombre del menú, nos hemos decantado por el “menú degustación ejecutivo”. Siempre me ha hecho gracia esta denominación.


Bueno pues al grano. Este restaurante tiene una ubicación excelente, un entorno de lujo y además una amplitud sobrada para disponer de varios espacios. En el comedor, las mesas son de muy buen tamaño y bien vestidas y el servicio es muy profesional.
Además en un restaurante con un cocinero que se apellida igual que yo…. El éxito asegurado, sin duda alguna. J
La carta de vinos blancos es corta. Me comentan que la demanda es pequeña y que no les merece la pena pero que va a procurar tener algún vino un poco más “serio” para ocasiones especiales. Hoy nos decidimos por un albariño, concretamente el Fefiñanes, cosecha 2013. Esto es pura fruta, tanto en nariz como en boca. Tiene un pequeño “problema”….. te lo bebes sin darte cuenta. Es un poco “peligroso”. Pero realmente creo que está muy rico. Estoy seguro que se puede guardar y disfrutarlo aún más dentro de un par de años. Otra cosa será encontrarlo.

Comenzamos con la Milhoja de foie gras con lámina de manzana, miel y crujiente de pan. Preciosa presentación de lo que mi hijo dice que bien pudiera ser un postre. Cada día me hace más gracia pues siempre dice que no es de dulces y yo le observo, le miro, y cuando ha dejado el plato limpio como la patena…. Le digo: menos mal que no te gustaba.  Su respuesta: no me gusta ser maleducado. J
Pues realmente es un plato que está muy rico, conjunción bien estructurada de sabores. No se pasa de dulce aunque está muy presente pero el ingrediente principal, el foie, destaca sobre el resto. Muy bien conseguido.



Pasamos a los Hongos laminados con gelatina de consomé y cigala salteada. El olor te llega en cuanto ponen el plato delante. Los hongos, estamos ahora en buen momento, son un placer. Cosa sencilla que la tierra nos ofrece y que bien preparada es un deleite para el paladar y para la nariz. La cigala….. de estas me como yo media docena pero de docenas. Tierna y sabrosa, te quedas con las ganas de más y más. Se presenta el plato como una ensalada templada. Rico, mucho.



Justo me estaba contando Ioritz una mala experiencia con un solomillo en un local del pueblo donde acudieron a celebrar el cotillón de reyes. Decía que pequeño y malo. Otro que se piensa que en un menú de 20 euros todo incluído pueden darte un solomillo que vale él solo, más que eso. Los duros a cuatro pesetas……….
El caso de hoy, el solomillo al Pedro Ximénez con lámina de ibérico, es otro cantar, buena pieza, con buen sabor y la textura de no ser ternera tierna. A mi me gusta la carne sabrosa. Ya me llegarán los días de tener que comerla tierna.
Toque agradable la fina lámina de ibérico que aporta un añadido de sabor.


De postre, lo lógico es algo dulce, pues en esta ocasión lo está. Tostada de la casa, caramelizada y con dulce de leche. Sobre una base tipo natilla y con un toque de leche condensada, se asienta una rica tostada que hace del conjunto un postre “sabrosón”.  Dulce de verdad pero no de los que llegan a empalagarte.




Salimos a la impresionante terraza acristalada que hoy además cuenta con el agradable añadido de una estufa que además de decorar, aporta el ambiente necesario con estos fríos días que han tardado pero que ahora no nos dejan.
El total abonado han sido 97 euros. El precio del menú es de 38,50 euros iva incluído, sin bebidas. Me parece un precio correcto para lo degustado.
Su página web: www.palacioanuncibai.com



15 de febrero de 2015

Restaurante Asador Egurra (Bilbao) : Buen Producto Tratado con Mimo.

Estaba yo el otro día tomándome un café en mi bar favorito cuando entró un compañero de trabajo y me pasó una tarjeta. Allí ponía Asador Egurra.
Cuando le pregunté que a qué santo, me dijo que sabía que me gustaba este tema y que lo habían abierto unos amigos que antes trabajaban en el Asador Ibañez. Anda, pues a esos les conozco yo. Así que ni corto ni perezoso, nada más salir por la puerta, llamé para reservar. No puedo, es superior a mis fuerzas.



Así que tras buscar compañía, allí que nos fuimos a probar su cocina. Yo, como siempre, sin GPS, me gusta perderme, me gusta investigar. Será que quiero parecerme lo menos posible a un robot.
Está situado en la calle Egaña, un poco más allá de la zona más agitada de esta calle donde en más de una ocasión hemos cenado o hemos tomado algún pote.
Allí estaba el antiguo Asador Aranda. El local es muy parecido al Ibañez,, el típico asador castellano. Maderas elegantes, maderas trabajadas. El horno a la vista, allí se preparan asados de calidad.



Llevan abiertos dos semanas, pero afortunadamente y siendo viernes, el comedor donde nos ubican está lleno. De lo cual me alegro.
Abajo tienen otros dos comedores, uno más amplio y uno al que le he echado el ojo inmediatamente, me imagino allí con los “compis” de afición. Una mesa para ocho personas que invita a esas comidas que preparamos. Será cuestión de proponerlo y hacerles una visita algún día.



Al frente del local se encuentran dos socios, Joselu y Gonzalo, acompañados estupendamente por la mujer de este último y un camarero que en alguna ocasión me ha puesto algún cafecito rico-rico. Según ellos han abierto esté local para adelgazar. Dicen que al estar más alejado, tienen que andar. A mi me gustan así, parecen cocineros. Que últimamente ves a algunos que parece que pasan hambre y eso da una imagen…. :-)

Una vez aposentados en nuestra mesa, de buen tamaño y muy elegante, nos aparecen con un plato de algo que nos abre los ojos y no digamos las sensaciones….. un plato de jamón que tiene una pinta impresionante.





Hablando con ellos nos comentan que es de Huelva, concretamente jamón de Lazo. Al parecer ellos han estado de visita en la zona y desde entonces lo trabajan. Curado en tejaderos de madera y teja árabe. No recuerdo haberlo probado antes pero prometo que no va a ser la última ocasión. Está riquísimo. Gracias por el detallazo.
Dos panes que me hubiese gustado que fuesen más crujientes, un pase por ese horno….. Y vamos pensando en lo que cenar y vamos hablando del vino.


La carta es mediana pero tienen cosas fuera de ella y alguna más que atractiva. Asi que conociendo un poco mis gustos, me ofrecen un blanco, como no puede ser de otro modo. Un rioja que creo que haber probado (alguno puede sacarme de dudas), un Marqués de Murrieta. Capellanía 2009. Algunos dicen que es un vino blanco con alma de tinto. Esto no lo entiendo. Yo quiero que sea un vino blanco con alma de vino. Me ha, bueno, más mérito tiene que a Arantza le haya encantado. Ella es más de afrutados y este marca la madera, no exageradamente pero la marca. La fruta está presente pero, como a mi me gusta, sin sobresalir.
Cien por cien Viura, con 20 meses de crianza en barricas de roble francés. Dice mi compi que no tiene acidez. Al menos lo que ella entiende por tal. Realmente me ha sorprendido y mucho. Está rico, muy rico y además “emborracha”. La producción es limitada y pienso, mañana mismo, hacerme con un par de botellas. Este vino tiene que ganar un montón con el paso del tiempo. Guardaré una para alguna ocasión especial de aquí a un tiempo y lo comprobaremos.

Comenzamos con foie gras de pato casero con mantequilla y mermelada de tomate. Como reza el titulo lo hacen ellos mismo y está cojonudo. Lo de la mantequilla, que al parecer es típico del país vecino es la primera vez que lo probaba y realmente “maridan” estupendamente. La mermelada, que Arantza disfruta con agrado, está rica pero a mi el foie me gusta como es. Buen comienzo.



Aparecen ahora unas antxoas con pimientos rojos. Estupendamente “afeitadas” no encuentras ningún estorbo. Están impresionantes. Tienen el “pelo” que tienen pero mejor será comerlas de vez en cuando de esta calidad que comerlas más habitualmente y no disfrutarlas. Untar pan en ese aceite es otro de los placeres de la vida, incluso para una mujer que se cuida tanto. Es “naturista” pero…. jejeje, como le va el “vicio”. (Me servirá esto para ganarme una toñeja).



De pescado pedimos atún. Cada uno lo pide a su gusto propio. El mío… poco pasado, en ese punto parecido a una txuleta al punto. A fin de cuentas tienen un color muy similar. Ella lo pide muy hecho, incluso le tienen que dar un toque más. Es curioso lo distintos que son nuestros paladares. Yo con el mío disfruto mucho que es lo importante y ella lo mismo, así que todos contentos.


En cuestión de postres, sigo dejando que sea Arantza la que decida y se decanta por la tarta de queso. Nuevamente los diferentes gustos hacen que cada cual la deguste a su estilo. La mía sin mermelada, se agradece. Con un helado de turrón o avellana muy rico y una natilla caldosa de base. 

Yo hoy hubiese comido de “postre” otra ración de jamón. J
Con el postre nos sacan un moscatel pero ha sido tal la impresión del vino blanco que este último ha pasado desapercibido. Cada cosa que no me ocurre…….
Un cafecito y una infusión y nos enseñan el resto del local. Charla con Gonzalo que así como yo, es “poco amigo” de la conversación y nos vamos con esa sensación de satisfacción que tanto me gusta.


 Volveremos, sin duda. Son ya demasiados los sitios que me encantan, cada día más y no puedo visitarles con la asiduidad que quisiera. Les deseo toda la suerte del mundo. Lo hacen bien pero los "caprichos" del público son eso, caprichos. 
El total abonado por el festín ha sido de 106 euros lo que una vez más me parece una relación calidad-precio muy ajustada. Es producto de mucha calidad y ese blanco no es de los más baratos del mercado. Aunque merece la pena pagarlo.
En facebook podéis seguirles en: Restaurante asador Egurra y en Asador Egurra.


11 de febrero de 2015

RESTAURANTE UDON BILBAO ABANDO: Udonde hay que ir a comer noodles.


Pues otra vez tengo el gran privilegio de escribir en este blog. Y es que, nuestro bloguero no da abasto con tanta comilona, y entre nevadas varias y salidas gastronómicas poco tiempo para escribir parece que tiene. Así que nada, animaremos un poco el asunto con una “humilde” opinión de un “lugar donde te dan de comer” (como llama alguno que yo me sé a los sitios a los que suelo ir ;-P).


Esta vez toca un sitio que teníamos fichado, y del que no nos habían hablado mal. En pleno centro de Bilbao se ubica UDON, un restaurante especializado en noodles.  La primera vez que escuché la palabra “noodles” fue hace unos años cuando mi marido volvió de un viaje de trabajo en Corea.

Según él, estaban espectaculares. Esta palabra sería anecdótica, pero teniendo en cuenta que cuando vamos a un restaurante chino es de los de sota, caballo y rey (es decir, ensalada, rollito y arroz tres delicias) pues sinceramente, ricos-ricos debían estar.
No sé vosotros, pero yo enseguida me pregunté, y qué demontre son los “noodles”?? Pues cual fue mi sorpresa al consultar internet, son fideos instantáneos. Simple y llanamente. Alguna vez hemos comprado estos que venden en los supermercados, que para un apuro están muy bien la verdad, pero ya tenía ganas de probar unos con fundamento, y como…no voy a ir ni a Japón ni a Corea pues fuimos al sitio que más se le puede aproximar en Bilbo.

La verdad es que cuando llegamos me daba un poco de “apuro” entrar. Un martes noche y con un tiempo de perros no se puede esperar que el local este “petao” pero tampoco esperaba verlo vacío, pero no nos íbamos a ir sin probarlo. La primera impresión del local muy buena. Moderno, diáfano, tranquilo, …según nos pone en la web los locales de UDON incorporan los principios y los métodos de la disciplina oriental del Feng Shui, con el objetivo de transmitir a sus clientes la sensación de bienestar y armonía”.
Esto del Feng Shui, la energía vital, los chacras y demás siempre me han parecido cuentos chinos, pero como todo en esta vida, algo de base tendrá y respeto a quien crea en ello. A mi gusto, las mesas están demasiado cerca unas de las otras, si el local hubiera estado lleno hubiéramos hecho unos cuantos amigos… Pero bueno que me lío a hablar,  vamos a lo importante. La comida.

Nosotros no somos de comer mucho, así que de cenar mucho menos. Decidimos pedir un poco variado y para compartir para poder probar un poco de variedad. Empezamos pidiendo una tempura de verduras con langostinos. La carta dice que viene con DOS langostinos, y no se equivoca no, DOS contados. De hecho, si quieres otro langostino tienes que abonar un euro más. La Izakaya (tapa japonesa para combinar y compartir) está rica, crujiente y la salsa de soja le da su punto, pero si te chiflan los langostinos como que te sale mejor irte a una marisquería.

Seguimos con Crack Crunch Roll que son cuatro noodle rolls (makis elaborados con fideos)  con langostino crujiente, espárrago triguero y salsa mayonesa japonesa con mostaza y miel. Me da un poco de "yuyu" probarlo, ya que el pensar que el langostino pueda estar crudo…pero le echamos un par y ala! Me gustó mucho, aunque me faltó algo de sabor…no sé cómo explicarme…creo que con más mayonesa japonesa (algo más ácida que "nuestra" mayonesa) y miel hubiera estado menos soso. Qué gran verdad eso de que en la comida oriental las salsas son esenciales.

Vamos a la especialidad de la casa. No sabemos si pedir Udon o Yakisoba (fideos gordos o finos). Como queremos dejar hueco para tomar postre nos decantamos por unos Chicken Yakisoba (Yakisoba salteado con pollo, setas shiitake, cebollino, zanahoria, calabacín, brotes de soja y salsa yakisoba). No sé si llegarían al  punto de los coreanos pero estaban espectaculares. De 10. No sé qué llevará la salsa (y prefiero no saberlo por si acaso) pero me encantó. Lástima no tener pan para rebañar el plato.

 Para terminar pedimos una Ginger Cheesecake, la tarta de queso y mermelada de arándanos de toda la vida pero con un toque de jengibre fresco que, tengo que reconocer, apenas se notaba. Y menos mal porque una vez probé unas galletas de  jengibre y no me gustaron nada de nada. Acertamos, otra vez!
Total abonado: 25,70 euros. De lujo. Bueno, bonito y barato. Resumiendo: Para repetir y seguir probando sus Izakaya, makis, ramen, yaki udon, yakisoba,… y seguir aprendiendo el idioma, que según dicen son la superpotencia del futuro y, oyes, nunca se sabe dónde acabaremos. Tareas pendientes antes de volver: aprender a manejar los palillos chinos, sobre todo para comer fideos, todo un arte donde los haya, bai horixe.

Eskerrik asko Gastionomia. A ver si algún día me llevas a cenar  al cielo que yo te mostraré que el infierno también tiene su encanto.           http://www.udon.es/

6 de febrero de 2015

RESTAURANTE MINA (BILBAO): Una "mina" de la gastronomía.

Nuestro querido amigo Joan ha sido “castigado” con la responsabilidad de colgar en verema los dos restaurantes de su visita a Bilbao y con su permiso me he permitido el lujazo de aprovecharme. Así que este texto es íntegramente suyo. Tan sólo añado unas fotos. He aquí su estupendo relato de lo sucedido. Eskerrik asko, Joan, merci beaucoup.

Para nuestro segundo día en Bilbao, nuestro amigo Gastiola, nos reservó mesa en un restaurante que es una verdadera "mina de gastronomía".
Ese día por imperativos personales JoseAngel y JotayB no pudieron estar presentes. Compartimos mesa Oscar4435, Gastiola, una pareja de simpáticos amigos suyos, MC y yo.
El restaurante al frente de cuyos fogones se encuentra el joven chef estrellado Álvaro Garrido, se encuentra situado frente al Mercado de La Ribera, y la iglesia de San Antón a pie de ria. No voy ha hacer una gran descripción del entorno ya que éste ha sido detallado perfectamente por otros miembros de Verema.


Fuimos a comer a las 14 horas, y nos colocaron en una mesa junto a la ventana. La sala muy luminosa, es de decoración minimalista, de diseño, con paredes de piedra y grandes ventanales, con la cocina a la vista situada frente a una barra donde pueden comer ocho personas. Las 6 mesas ovaladas del restaurante, de madera de roble, son grandes, bien separadas las unas de las otras y están presentadas sin manteles. Como corresponde a un restaurante de esta categoría, la vajilla, los cubiertos y las copas son de buena calidad. El servicio de sala es muy bueno y el del vino también.


Proponen un menú de 7 platos, uno de 10 platos, uno de 14 platos y un maridaje opcional.
Nuestro anfitrión había reservado el menú de 10 platos, sin maridaje, que paso a detallar a continuación
Como aperitivo nos sirvieron :
Pannacota de ajo negro. Sabores discretos de cada ingrediente del plato que estaban realzados por un buenísimo jugo de setas. Que perfecta "mise en scène" ...


Seguimos con :
Ostra Gillardeau, ginebra y cítricos. El Rolls-Royce de las ostras francesas. Que frescura, que gusto a mar. Un puro placer. Tuve la suerte de encontrarme enfrente de un comensal, al que no le gustan las ostras, y recuperé la suya con una gran satisfacción. Muchísimas gracias Gasti...


Txitxarro ahumado al romero, coliflor y sidra. MC que no es una gran adicta del jurel, estaba un poco inquieta, pero como parte del principio de que todo debe probarse, cual fue su sorpresa al descubrir el sabor de ese txitxarro preparado con una gran maestría. A mi me recordó el sabor de las sardinas ahumadas (aunque ambos son pescados azules). Un plato excelente con unos sabores perfectamente marcados.


Lubina salvaje con crema de arbequinas. Una delicia, puros sabores. Gran producto.
Foie, cigala y caldo de salvia y lima Un plato inolvidable, rozando la perfección. Aplausos.



Foie, cigala y caldo de salvia y lima. Un plato inolvidable, rozando la perfección. Aplausos.


Pastel de tuétano No recuerdo perfectamente la presentación del plato, pero si que recuerdo su intenso sabor a tuétano, que estaba inmenso... Un platazo.



Sangre,café y berza encurtida. Todos estuvimos algo asustados, al leer la palabra sangre, pero en realidad se trataba de una especie de gelée de morcillas, ouff ... con un sabor extraordinario. Un plato de 10/10.


Merluza del Cantábrico con guiso de verduras de caserío. Mamma Mia, que deleite, el mar y la huerta en el plato. Magnifico.


Liebre a la Royal . Sin palabras. La Apoteosis.


Buen pan, que acompañó la comida a partir de los platos principales.
De postre tomamos :
Mole y cacao. Muy gustoso y un pelin picante. Muy agradable. Gran elaboración.


Crème brulée, emulsión de pera y amaretto. Magnifica combinación de sabores y de texturas. Excelente.


Mousse de azúcar moscovado, helado de naranja amarga y yogourt . Este postre nos fue ofrecido por el restaurante. Gran contraste de sabores, la naranja amarga realzaba aun más el postre. También excelente.


Finalizamos con unos buenos cafés y petits fours( financiers, galletas de mantequilla y gominolas de melocotón).

Los vinos elegidos para la comida fueron:
Viña Tondonia blanco reserva 1998 (2 botellas). DOC Rioja Bodegas Lopez de Heredia, uvas Macabeu, Malvasia y Viura; Lo encontré suave y muy fino. Me gustó.
Grimau Reserva Familiar Brut Nature DO Cava - Alt Penedesde Finca Grimau de Olèrdola. cepajes Chardonnay, Xarel-lo, Macabeu y Parellada. Muy bueno, fresco y distinguido.
Luis Cañas, Reserva Selección de la familia 2008, DOC RiojaUvas 100% Tempranillo, me pareció un vino potente y bien estructurado y largo en boca. También me gustó.
Para acompañar los postres, 3 comensales eligieron una copa de Olivares dulce Monastrell, DO Jumilla de Bodegas Olivares, uva 100% Monastrell, y los otros 3 una copa de PX Spinola DO Jerez-Manzanillade Bodegas Ximenez-Spinola, cepaje 100% Pedro Ximenez. A los lectores asiduos de Verema les dejo adivinar quien tomó cada vino. Uno de los comensales adornó el placer de la comida con un gin tonic Martin Millers.


La cuenta ascendió a 106,97 €/persona (precio del menú 75,90 €). Muy buena RCP. La cocina del Chef Alvaro Garrido mantiene sus raíces vascas y al mismo tiempo es creativa, dinámica, evolutiva... utilizando productos de gran calidad Slowfood Km0 hace una cocina de muy alto nivel. Antes de marcharnos tuvimos la oportunidad de conversar un momento con el Chef que nos mostró su sala de operaciones, pequeña pero bien equipada... me pareció una persona abierta, sencilla y muy comunicativa, con muchas ganas de seguir avanzando. Para mi uno de los mejores restaurantes de cocina de vanguardia de los que he conocido hasta ahora en el pais vasco. Recomendable. Cuando volvamos a Bilbao, volveremos a visitarle. 
Su página web: www.restaurantemina.es