17 de noviembre de 2014

TXAKOLI SIMON (ARTXANDA): TXULETALANDIA.

Hay ocasiones en las que tengo muy claro a lo que voy y más claro aún a donde tengo que ir.
Evidentemente en este pequeño país hay muchos sitios donde comer carne y comerla rica pero después de mi primera experiencia y dado que ya no están las noches para alejarse mucho, la opción elegida ha vuelto a ser el Txakoli Simón.


Después de una pequeña visita de inspección por Galdakao para situar uno de mis próximos “objetivos” que no tardará en caer, nos acercamos hasta Artxanda con el convencimiento de que a pesar de la dificultad de localizar el restaurante, iba a llegar a la primera.


Como siempre doy un paseo por algunos caminos vecinales de la zona pero al final, lo consigo, si no es por aquí, pues por allí tendrá que ser. J
Creo que a la tercera será la vencida y que conseguiré lllegar a la primera, lo que para la inmensa mayoría de los mortales es una ilusión, para mi casi supone lo contrario. Se terminó la parte “aventurera” del viaje.

Tal y como andan los tiempos pensé en no reservar pero afortunadamente me lo pensé dos veces y lo hice. El comedor a tope. Desde nuestra llegada un tanto “tempranera” para nuestras costumbres, el fluir de comensales es constante y al final pleno.
Nos acercan las cartas de lo sólido  y de lo líquido. En cuanto a lo sólido poco ha habido que pensar puesto que íbamos a lo que íbamos y poco más me ha costado decidirme con que acompañar la cena. Tienen una más que decente carta de vinos y cosa curiosa, de los pocos que disponen de unas cuantas referencias de vinos de postre y bastante “atractivos”, por cierto. Una pena el asunto de tener que coger volante.
Así que sabiendo ya de unas cuantas ocasiones que está bien rico , me decanto por una botellita de Gramona Imperial Gran Reserva 2007.  Es una apuesta segura. Acompaña estupendamente todos los platos.
Rechazamos el cambio de copas, las que tenemos nos gustan más. Presentado, abierto y dado a probar e inmediatamente nos acercan la correspondiente cubitera. Además el precio es muy justo puesto que son 22 euros total.
Buena lágrima que llena la copa, estupenda nariz y su paso por boca es muy pero que muy agradable. Poca envidia o más bien ninguna tiene que tener a más de un champagne.


Para abrir boca pedimos una ración de hongos  que nos presentan bañados en una rica salsa. De las que te “obliga” a untar pan. Por cierto el pan está muy rico. Unas txapatas de buen tamaño y crujientes que terminan sus días bañadas en la susodicha salsa. La única pega, por decir algo, es que estaban ligeramente salados.


Le toca el turno a la protagonista de la noche, la estupenda chuleta que  de nuevo se presenta en esa parrilla que te permite trabajarla a tu gusto. Cuando te toman nota te preguntan por el peso deseado y creo que con un kilo iremos bien. Hoy somos dos personas con gustos muy distintos en cuanto a su punto. Yo soy más amigo del punto justito, ella es más amiga del punto pasadito. Asi que vamos colocando en uno u otro lugar cada trozo para comerla cada uno a su manera. Eso sí, para mi es primordial que mantenga una temperatura elevada.


Poco desperdicio tiene, únicamente el hueso. La grasa es algo que me encanta y no dejo ni rastro. Color sonrosadito, como es menester y sabor, mucho sabor. Realmente aquí saben donde comprar la carne. Creo que el noventa por ciento del resto de comensales han ido a lo mismo. Txuleta por aquí y txuleta por allí.
Hoy he cenado con dos “txuletas” y las dos lo son porque pueden serlo.
Para acompañarla te traen una ensalada de lechuga y cebolla y además aliñada a mi gusto, con potencia de vinagre. Evidentemente hoy los gustos no son similares.


Un par de copas de cava quedan aún y me he acordado de que el fluido de chocolate estaba rico así que hemos compartido uno entre los dos. Un chocolate muy oscuro que podía dar la sensación de estar más amargo pero no, dulce, golosón.


Pues me parece una de las mejores opciones de la zona para acertar con la carne, a buen precio y con un servicio amable y atento. Con una infusión y un cortao terminamos la velada.
El precio abonado total han sido 95 euros  que nuevamente me parece un buen precio para lo degustado. Su página web: www.txakolisimon.com

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