26 de octubre de 2014

RESTAURANTE LA RIBERA (BILBAO): La mayor despensa de Bilbao.

El Mercado de la Ribera en Bilbao es todo un símbolo. Lleva aquí…… pues toda la vida. Allá por el siglo XIV, en plena calle pero en el mismo lugar.

Tiempos mucho más gloriosos ha vivido como mercado en sí pero sigue ahí, sigue abasteciendo a la ciudad y a innumerables personas que se acercan allí desde muchos pueblos de Bizkaia y de pueblos cercanos como el mío, con el "corazón partío".

Los tiempos cambian, los tiempos cambian demasiado rápido y también este espacio ha sufrido un cambio sustancial. Hay que adaptarse a las nuevas tendencias y dentro de ellas, ha nacido este nuevo espacio. Que ha elegido, sin duda, un entorno espectacular.

Estupenda terraza exterior donde poder tomar algo a orillas de la Ría y una vez en el interior, un escenario a la izquierda, unas mesas altas por aquí y por allí, una barra semicircular y un espacio con amplios ventanales donde se ubican las mesas del restaurante en sí. 
Hoy hay ambiente, mucho ambiente y es difícil acercarse hasta la barra a tomar algo.


Hoy toca sesión de Jazz, además de Jazz tradicional. Me encanta a mi esta música. Si cierras los ojos, el cine tiene “la culpa”, te vas a la típica calle de película americana con coches clásicos y algún que otro gangster por aquí y por allí. Incluso puede que te pongas a bailar Charleston sin darte ni cuenta.


Su oferta gastronómica se basa en un menú degustación de 40 euros sin bebida o un menú por la mitad de precio y la mitad de platos. Una buena opción que es la que hemos elegido es coger el corto y compartir todos los platos, así realmente pruebas todas las opciones sin darte un atracón.
Aquí, aunque los espacios están un tanto definidos, todo está un tanto integrado. Incluso hay unas mesas que prácticamente comparten “ambiente” con la barra del bar. No es para venir en plan romántico a cenar, es para vivir el conjunto en sí. Creo que es lo que pretenden.


La carta de vinos no es pequeña, hay suficientes referencias pero hoy mi compañía me “obliga” a decantarme por un cava. Dentro de las opciones me voy a un Juvé y Camps Milesimé Brut, 100 % Chardonnay. Cava que acompaña perfectamente toda la cena. Intensa nariz afrutada, paso por boca fresco y buena persistencia. No he querido cambiar de copa a pesar de la oferta, presentado, y dado a probar y colocado en cubitera con un tapón para evitar la pérdida de burbuja.


Manteles de papel, con una lectura que declara a las claras que aquí tienen la mejor despensa de Bilbao. Mesas no demasiado grandes pero correctas y con separación suficiente entre ellas. El personal es joven, lógicamente con más o menos experiencia. Como siempre, hay personas que destacan por su simpatía como ha sido el caso de la persona que nos acompaña a la mesa y que posteriormente nos despide.  Hay cosas que no se enseñan en ninguna escuela, hay cosas que salen de dentro, la simpatía natural es una de ellas.


Desde mi posición veo el letrero de uno de mis restaurantes preferidos y al que tengo que volver en breve: Mina, Poco que ver tienen el uno con el otro a no ser compartir vistas recíprocas. Allí se "cuecen otras habas".


Comenzamos con un aperitivo en forma de gazpacho. Mi compi, de raíces andaluzas, me comenta que debería estar más frío y que aunque su padre lo hace mejor (jajajaja), está rico. 

Lleva unos pequeños trozos de chorizo turradito que le dan un toque muy apetecible.

Una cesta de pan, de dos clases. Tengo la infinita suerte de que a Bego le gusta más el “normal” puesto que el otro es uno de mis panes favoritos, el de borona de maíz.

Como ya he comentado y siendo dos las opciones para cada apartado de la carta, hemos pedido cada uno uno distinto.


Comenzamos con un huevo a baja temperatura y con salmón marinado. El salmón un poco pobre de cantidad y acompañado de una lechuga que adorna y llena visualmente el plato y unos piñones, pero nada más. Correcto, nada destacable.
En este caso las comparaciones son odiosas.


El huevo está más rico, más sabroso. Demasiado caldoso en mi opinión pero perfecto para entrar en calor como reza en carta. Vuelvo a pensar en huevos a baja temperatura degustados y.........


De platos principales unos pimientos rellenos de rabo, correctos sin más. Buena ración de cuatro piezas con buen sabor pero que me hubiese gustado mucho más si el relleno no hubiese sido un puré y hubiese tenido una textura más “carnosa”.


La merluza en salsa verde ha sido sin lugar a dudas el mejor plato de la noche. De nuevo una ración correcta para uno, acompañada de una punta de espárrago y de dos almejas. Muy jugosa, con buena salsa que invita a untar pan. Repito que me quedo con este plato como plato de la cena.


De postres, por un lado una degustación de helados con una pequeña galleta tipo teja. Helados de sabores variados y correctos. Nada destacables.


El tiramisú, presentado en una taza de café, está a mi gusto, más rico. Además nada goloso, más bien con sabor a café, más amargo, como creo que debe ser un tiramisú auténtico. Me ha gustado.


Cafecito correcto y una infusión dan por terminada esta cena. El total abonado han sido 67  euros. Creo que es un precio muy correcto y sin engaños.
Pues creo que una segunda visita después de darles un tiempo a “madurar”, me permitirá hacerme una idea más real de la cocina en sí. Hoy la experiencia ha sido satisfactoria pero sin emocionar.
Merece la pena la visita al lugar, eso sin duda y dejando de lado el vino elegido que por cierto no están nada "inflados" de precio, una cena os sale baratilla.
Su página web: www.lariberabilbao.com

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